Rectitud 2016
- MMMPerú-Satipo
- 7 ene 2016
- 6 Min. de lectura
Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente. 1 Crónicas 29:17.
Que el Dios todopoderoso y dueño de esta obra les bendiga, es un privilegio poder llegar hasta ustedes a través de este medio de comunicación.
Quiero saludarle juntamente con mi esposa e hijos, a los oficiales internacionales, supervisores, compañeros de ministerio y miembros en general y a cada una de sus familias, como también a los amigos y amigos del Movimiento Misionero Mundial que nos siguen al rededor del mundo en esta transmisión.
Hoy es un día especial para el Movimiento Misionero Mundial, porque se presentará el lema de trabajo para el año 2016. Desde la fundación de esta obra, Dios ha entregado cada año un lema de trabajo, el cual sirve de guía para la labor que se realiza en todo el mundo. Cada año uno tenía que esperar las primeras convenciones nacionales del año, para luego poco a poco ir enterándose de cual era el nuevo lema. Pero ahora, gracias a la misericordia de Dios, con la tecnología que el Señor nos ha otorgado podemos presentarlo a todos, para que desde el primero de enero comencemos a disfrutar, aprender y practicar del lema.
Esto no es una campaña política, ni mucho menos alguna promoción humana o personal.
Estamos usando los medios de comunicación que Dios nos ha dado para poder bendecir su obra a nivel mundial, y de esta manera poder ayudar en la expansión del evangelio.
Definitivamente el único que merece toda gloria y toda honra es nuestro Dios, porque Él es quien indica cual es el lema. No podemos olvidar que esta obra le pertenece a Él.
Durante el transcurso de este año vinieron a mi corazón algunos posibles lemas, pero orando a Dios con sinceridad de cuál era su voluntad, el Señor me hizo entender cuál era.
Así que, es para mí un honor poderles presentar el lema oficial de trabajo del Movimiento Misionero Mundial para el año 2016, el cual es: RECTITUD 2016 ¡Garantía de comunión con Dios!
Basado en: 1 Crónicas 29:17 “Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto...”.
Según el diccionario de la Real Academia Española la palabra rectitud es definida como “Recta razón o conocimiento práctico de lo que se debe decir o hacer. También se define como “carácter de aquello que es recto y justo en el sentido ético o moral”.
La rectitud es la trasparencia en los hechos, pensamientos y palabras; se relaciona libremente con asuntos de justicia, imparcialidad, integridad, honradez y equidad. Por lo tanto, cuando una persona se conduce con rectitud, es porque actúa de manera correcta, no tiene doblez, nada que esconder, es genuino y transparente en todo lo que realiza.
La rectitud siempre dependerá de una cercana relación con la verdad. La persona recta respeta la verdad y al prójimo, excluye la hipocresía, la mentira, el engaño, la astucia y la lisonja.
Entre las cualidades principales de Dios se encuentra la Rectitud Deuteronomios 32.4. Existen alrededor de 500 versículos en las Sagradas Escrituras que abordan el tema de la rectitud y la justicia.
La Rectitud es algo que depende exclusivamente de Dios, sencillamente porque Él es recto. Si esto fuera algo que dependiera del hombre su significado sería relativo y estaría sujeto a los cambios que constantemente experimenta la humanidad.
Recuerde lo que dice la biblia:
“Todo camino del hombre es recto en su propia opinión, pero Jehová pesa los corazones”
Proverbios 21.2. Dios es quien determina que es recto y que no. La rectitud se vincula muy cerca de la voluntad de Dios.
El gran predicador Charles Finney hablando sobre la rectitud dijo: “La rectitud es sostenida en el alma humana por la habitación de Cristo a través de la fe y de ninguna otra manera. No puede haber rectitud en el hombre detrás de su corazón, pues nada detrás de esto puede ser voluntario; por lo tanto, no puede haber ninguna rectitud en la naturaleza del hombre en el sentido que implica labilidad o virtud”.
Por esta razón afirmó que el hombre necesita tener un acercamiento a Dios para poder lograr ser recto en verdad.
Las Sagradas Escrituras hacen un énfasis especial sobre la rectitud. La rectitud es uno de los elementos que caracterizan al “hombre conforme al corazón de Dios”. Esto es una de las cosas que identifican al verdadero creyente y lo hacen diferente de los demás. Al rey David se le conoce como “el hombre conforme al corazón de Dios” y las Escrituras resaltan la rectitud que hubo en él. En la historia de los reyes de Israel y Judá es mencionada de diversas maneras, poniéndole como ejemplo de lo que es ser recto y los beneficios que esto tiene.
Esto es tan importante para Dios que la segunda vez que apareció a Salomón, como lo había hecho en Gabaón, le advirtió que si él andaba como lo hizo su padre David afirmaría su trono sobre Israel para siempre. ¿Cómo anduvo David? En integridad de corazón y en rectitud (equidad), haciendo todo lo que se le mandó, y guardando los estatutos y decretos de Dios 1 Reyes 9.1-6. La biblia enseña que Dios es el que conoce y pesa el corazón del ser humano, es imposible engañarle, y todo lo que se hace hay que hacerlo con integridad y rectitud.
La sujeción más que saber cumplir órdenes, es una actitud de honra del corazón. En el algún momento una persona se puede sentir obligada al momento de realizar algo, sea por compromiso, por deber, o por que simplemente es su responsabilidad; pero aunque se realiza, no se hace con un sentimiento de placer, ni con el deseo o la intención de querer honrar. Cuando se ama, el obedecer y ser sujetos no es una carga sino algo que complace.
En las Sagradas Escrituras se registra la historia del reinado del rey Amasías 1 Crónicas 25, un rey que hizo lo recto aunque no de perfecto corazón. Su problema fue la falta de integridad en su corazón, él hizo lo correcto porque sabía cuales eran las demandas de Dios, pero su corazón pareciera estar lejos de querer agradarle. Este rey realizó muchas cosas buenas y provechosas en favor del pueblo, pero solamente porque esa era su responsabilidad. En 2 Reyes 14, donde se narra el mismo episodio, el escritor bíblico nos proporciona una clave importante.
La biblia dice: “Hizo lo recto ante los ojos de Jehová aunque no como David su padre...”. Esto enseña que no hubo rectitud e integridad en su corazón, como si lo hubo en David (su Padre). Es muy importante entender que todo lo se haga en favor del Señor hay que hacerlo no simplemente porque se conoce lo que es correcto, sino porque existe el deseo de querer agradar, honrar y exaltar su nombre. No por conveniencia, no por ganancia alguna sino con rectitud de corazón. Esta es la razón por la cual se afirma que rectitud es la verdad en lo que se hace, habla, o piensa, es la verdad en la relación personal con Dios y con el prójimo.
La rectitud es una de las cosas que se están extinguiendo en el mundo actual. La corrupción y la trampa han contaminado todas las esferas sociales, desde los hogares más humildes hasta la elite de cada país, y lamentablemente mucha iglesia de Dios no se puede excluir de esta realidad.
Para que muchas de las cosas funcionen bien hoy en día, se tienen que realizar de la forma incorrecta, haciendo uso de la trampa, el chantaje, el soborno y cosas similares. Tristemente aquel que realiza las cosas en forma recta siempre encuentra tropiezos. Pero como hijo de Dios no puede seguir la corriente de este mundo, ni conformarse a este siglo, es necesario ser transformado por medio de la renovación del entendimiento Romanos 12.2; Efesios 2.2, y caracterizarse por ser recto en todo.
Para poder conformar unas buenas relaciones sociales y familiares son necesarios los valores de la honradez, honestidad, sinceridad y fidelidad. La honradez y la honestidad implican en aprender a ser rectos, hacer honor a la palabra dada, no hablar mentira. Todo esto fuera del conocimiento y ayuda de Dios es imposible poderlo enseñar. Luche por la familia que Dios le ha dado, búsquele fielmente y sea un ejemplo de vida para cada miembro de su hogar, entonces las cosas comenzarán a cambiar y serán diferentes.
Amado compañero de ministerio, le animo a cada día acercarse más y más al Señor. Ésta es la única manera de poder aprender a vivir rectamente en este mundo. Recuerde la responsabilidad de ser ejemplo para la congregación en donde Dios le ha puesto. Recuerde que para Dios es muy significativo el poder hacer las cosas con rectitud de corazón. No las haga únicamente porque es su responsabilidad, o porque es la orden recibida, sino deléitese en hacer la voluntad del Señor con rectitud de corazón.
Que la oración de David sea un modelo para clamar a Dios y decirle: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud” Salmos 143.10.
Rev. Gustavo Martínez - Presidente Internacional
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